lunes, 27 de febrero de 2012

EL CAMINO A LA FUENTE De Inés la Indómita

Un encantador cuento por parte de Ines.
DISFRUTADLO!!!






El sol despierta a los pajarillos y a las mariposas que aletean sobre 

las margaritas que serpentean el camino a la fuente. Los saltamontes

 y los grillos saltan sobre el suelo pajizo y los cardos esconden con 

sus flores anaranjadas y violetas la agresividad de sus espinas. El 

cielo limpio y azul huele a verano. Y las nubes se transforman en 

cucuruchos de nata y algodones con formas caprichosas.

La pequeña anda dando saltitos. Le brillan sus trenzas doradas y 

sonríen sus grandes ojos color miel. Lleva en su mano derecha un 

botijo pequeño de plástico con rayas blancas y rosas. Tararea una 

canción. Una abeja se acerca a su oreja y se para. Su abuela le dice 

que lo mejor para que no te piquen es estarse muy quieta y aguantar

 el miedo. Oye el zumbido del insecto que no se marcha y la rodea 

una y otra vez. Élla piensa y lo dice en voz alta: “No me vas a hacer 

daño. Me vas a defender”, y al pronunciar la última palabra la abeja 

se marcha precipitadamente.

Continua su camino por la estrecha veredita que ahora baja 

abruptamente y con cuidado pone sus pies en las piedras bien 

encajadas en la curva para no resbalarse con la arena. Presta 

especial atención al suelo y a sus pies que se arquean para adherirse

a la tierra.  Llega al senderillo de la fuente y oye el sonido del agua

que cae en los cántaros y en los botijos de las mujeres del pueblo. 

Siempre hay una fila y hay que esperar el turno. A ella le gusta oír el

sonido del agua en el barro. Cómo va cambiando la sonoridad y sabe 

ya adivinar el momento en que faltan unos segundos para que 

rebose la botija. La gente la llama mozona por ir a por agua a la 

fuente; Con lo pequeña que eres y te gusta ayudar en la casa y no 

holgazanear. Eso está muy bien,  que hay que hacer,  no hay que 

estar de brazos cruzados.

Avispas y tábanos sobrevuelan el frescor del agua y hay  que vigilar

para que no te piquen, y dar algún que otro manotazo. Cuando le 

toca llenar la botija,  antes bebe agua del caño, ¡qué rica!  Y se echa

 agua por la cabeza y los brazos. Se agradece la sombra del tilo y de

la morera que bordean el muro de piedra del lavadero. Cuando no 

hay gente coge un palo y remueve el fango verdoso de la pila dónde

bebe el ganado y las mulas. Y mete los pies en el pilón.

De regreso sube la empinada cuesta y otra vez se acerca una abeja. 

Vuelve a pararse y otra vez al pronunciar la palabra “defender” se 

marcha precipitadamente la abeja. La emoción del triunfo de haber

descubierto una palabra mágica que aleja los aguijones hace que una

sonrisa de oreja a oreja se extienda por su cara que es toda alegría. 

Se siente descubridora de un lenguaje secreto para comunicarse con

otros seres.

De pronto oye los gruñidos del cerdo que está en la cuadra 

destartalada  al lado del camino. Se acerca a la casita de piedra, 

cemento y arena que tiene la puerta tan vieja y desgastada. Habla

con el cerdo. Su abuela también tiene un cerdo y le echa para comer

una papilla de harina, patatas y gamones que huele muy bien.

Pero el cochino de la tía Paca debe de tener hambre porque gruñe 

mucho, mucho y saca el hocico por debajo de la puerta. De repente

la cuerda con la que está atada la puerta a la argolla de la pared se 

rompe y el cerdo feroz avanza furioso y veloz hacia la niña.  Su 

instinto le dice que tiene que correr y como una flecha suelta la 

botija y empieza a correr con el corazón retumbando en su cabeza.

Percibe el olor y el resoplar del animal muy cerca de sus pies pero 

ella no mira atrás, a su mente le llegan las palabras de su abuela de

que los cerdos se comen a los bebes y ella se siente un bebe que va a

ser comido por un gruñido terrorífico y cercano.   Se concentra en su

carrera más y más y por fin llega a la casa de su abuela dónde no 

abre la puerta sino que de un salto  penetra empujando la cortina 

que ondula sobre la parte baja de la puerta de dos hojas…  exhausta

 pero feliz como nunca por haber escapado de esa amenaza.

Oye ahora a las mujeres gritar : se ha escapado un cerdo… venga… 

vamos a cogerlo que se escapa...¿de quién será? … La niña se 

asoma  y grita: ¡¡¡¡¡es el de la tía Paca!!!!

Nunca se le hizo más bonita la casa de la abuela. Corrió a su

 encuentro sin poder hablar y comenzó a llorar.  Nunca se abrazó

sintiendo que estaba tan a salvo en la vida como cuando su abuela la 


estrechó entre sus brazos y sintió sus manos arrugadas  sobre sus


 lágrimas. ¡Menudo susto! Aprendió en ese contacto que hasta el 


temor más intenso se vence con amor. Y la luz de la mirada de su 


abuela la reconfortó venciendo los terrores más negros.


Esa noche soñó que volaba feliz sobre un mundo precioso.



sábado, 25 de febrero de 2012

Frases de Buda

No ofendas a los demás como no quieras verte ofendido” (Udanavarga 5:18)
“Si quieres conocer el pasado, entonces mira tu presente que es el resultado. Si quieres conocer tu futuro mira tu presente que es la causa” -Buda
"El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato." Buda
"El que no se esfuerza cuando es el memento de esforzarse; el que, aún joven y fuerte, es indolente; el que es bajo en mente y pensamiento, y perezoso, ese vago jamás encuentra el Sendero hacia la sabiduría." Dhammapada. Buda.
"De fácil ejecución son las cosas nocivas y dañinas. Lo bueno y beneficioso es verdaderamente difícil de hacer" Dhammapada. Buda.
“Como una bella flor, llena de colorido pero sin perfume, así es estéril la palabra hermosa del que no actúa conforme a ello. Como una bella flor, llena de colorido y con perfume, así es fecunda la palabra hermosa del que actúa conforme a ella”. Dhammapada
“Hay dos cosas, oh discípulo, que conviene evitar: Una vida de placeres; eso es bajo y vano. Una vida de mortificaciones; eso es inútil y vano”. -Sidartha Gautama.
“Avanzando estos tres pasos, llegarás más cerca de los dioses: Primero: Habla con verdad. Segundo: No te dejes dominar por la cólera. Tercero: Da, aunque no tengas más que muy poco que dar”. Buda
“Nuestras buenas y malas acciones nos siguen casi como una sombra” Buda.
“Como una sólida roca no se mueve con el viento, así el sabio permanece imperturbado ante la calumnia y el halago” Buda. Capítulo VI Dhammapada
"En verdad que vivimos felices si no odiamos a aquellos que nos odian, si entre hombres que nos odian habitamos libres de rencor". Buda. DHAMMAPADA
“Una mente irreflexiva es un pobre techo. La lluvia de la pasión inundará la casa. Pero al igual que la lluvia no puede atravesar un techo fuerte, tampoco las pasiones pueden penetrar en una mente ordenada.” Dhammapada 1:13-14
“Sabios son aquellos que dominan el cuerpo, la palabra y la mente. Ellos son los verdaderos Maestros.” Dhammapada 17:14
“Como el viajero que al volver de un largo viaje, es recibido por su familia y amigos, del mismo modo las buenas obras hechas en esta vida, nos recibirán en la otra, con la alegría de dos amigos que se vuelven a encontrar.” Dhammapada 16:11-12
¡Despertaos! Nunca seáis negligentes. Seguid la ley de la virtud. El que practica la virtud vive felizmente en este mundo y en el próximo. Dhammapada (V168)
"Más grande que la conquista en batalla de mil veces mil hombres es la conquista de uno mismo". Buda. Dhammapada (v103)
“El hombre que hace el mal sufre en este mundo y sufre en el otro. Sufre y se lamenta al ver todo el daño que ha hecho. Sin embargo, el hombre que hace el bien es feliz en este mundo y también lo es en el otro. En ambos mundos se regocija, viendo todo el bien que ha hecho.” Dhammapada 1:15-16
“Del mismo modo que se custodia un pueblo fronterizo, guárdate a ti mismo, por dentro y por fuera. No dejes de vigilar ni un momento, si no quieres que la oscuridad te venza.” Dhammapada 22:10.
"La vigilancia es el sendero hacia la inmortalidad, la negligencia es el camino hacia la muerte. Aquellos que permanecen vigilantes nunca mueren, los negligentes son como si ya estuvieran muertos.” Dhammapada 2:1
“El perfume de las flores no va contra el viento. Ni el del sándalo ni el de la rosa o el jazmín. Sin embargo, el perfume del hombre virtuoso se extiende por todas partes y en todas direcciones.” Dhammapada 4:11
“Es fácil ver las faltas de los demás, pero ¡qué difícil es ver las nuestras propias! Exhibimos las faltas de los demás como el viento esparce la paja, mientras ocultamos las nuestras como el jugador tramposo esconde sus dados.” Dhammapada 18:18
“El hombre que tiene miedo, busca refugio en los montes, en los bosques sagrados o en los templos. Sin embargo tales refugios no sirven, pues allí donde vaya, sus pasiones y sus sufrimientos lo acompañarán.” Dhammapada 14:10-11.
“Al igual que la leche fresca no se vuelve agria de golpe, tampoco los frutos de las malas acciones llegan de repente. Su malicia permanece escondida, como el fuego entre las brasas.” Dhammapada 5:12
“Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada.” Dhammapada 3:10-11
“El que hace acequias controla el agua, el que fabrica flechas las hace derechas, el carpintero domina la madera y el sabio domina su mente.” Dhammapada 6:5
“Disfruta vigilando, cuida tu propia mente, sácate a ti mismo del camino de la miseria, como se hace con el elefante que se ha metido en el barro.” Dhammapada 23:8
“Por pequeño que sea un deseo, te mantiene atado, como el ternero a la vaca.” Dhammapada 20:12
“No trates de cambiar tu deber por el de otro, ni descuides tu trabajo por hacer el de otro. No importa lo noble que éste pueda ser. Estás aquí para descubrir tu propio camino y entregarte a él en cuerpo y alma.” Dhammapada 12:10
“El verdadero buscador no se identifica ni con el nombre ni con la forma, no se lamenta por lo que no tiene ni por lo que pudo haber sido.” Dhammapada 25:8
“Domina tus palabras, domina tus pensamientos, no hagas daño a nadie. Sigue fielmente estas indicaciones y avanzarás en el camino de los sabios.” Dhammapada 20:9
"¿Para qué hacer cosas de las que luego tendrás que arrepentirte? No es necesario vivir con tantas lágrimas. Haz sólo lo que esté bien, aquello de lo que no tengas que arrepentirte, aquello cuyos dulces frutos recogerás con alegría." Dhammapada 5: 8-9
"Apresuraos en hacer el bien; refrenad vuestra mente hacia el mal, ya que quienquiera que es lento en hacer el bien, se recrea en el mal" Dhammapada Cap. 9
"1. Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento y son creaciones de la mente. Si uno habla o actúa con un pensamiento impuro, entonces el sufrimiento le sigue de la misma manera que la rueda sigue la pezuña del buey...  2. Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento y son creaciones de la mente. Si uno habla o actúa con un pensamiento puro, entonces la felicidad le sigue como una sombra que jamás le abandona".  El Dhammapada
“La meta principal es la autorrealización intima del Ser, no debe descuidarse por las metas secundarias, y el mejor servicio que puede hacerse a los demás es la liberación de uno mismo” -BUDA
“La mayoría de los seres humanos, son como hojas que caen de los árboles, que vuelan y revolotean por el aire, vacilan y por último se precipitan en el suelo. Otros, por el contrario, casi son como estrellas; siguen su camino fijo, ningún viento los alcanza, pues llevan en su interior su ley y su meta” -SIDHARTA
"Como la lluvia penetra en una casa con mal tejado, así el deseo penetra en el corazón mal entrenado" - Buddha
"No ocupéis la mente con necedades y no malgastéis el tiempo en cosas vanas" -Buddha
El odio nunca se extingue por el odio en este mundo; solamente se apaga a través del amor. Tal es una antigua ley eterna. Buddha. Dhammapada.

Capítulo 26 del Tao Te Ching

Lo pesado es raíz de lo liviano.
Lo inmóvil es fuente de todo movimiento.


Así el maestro viaja el día entero
sin abandonar el hogar.
Por espléndidas que sean las vistas
permanece sereno en sí mismo.


¿Por qué el señor del país
habría de revolotear como un tonto?
Si dejas que el viento te arrastre aquí o allá, 
pierdes contacto con tus raíces.
Si dejas que la inquietud te impulse,
pierdes el contacto con quien eres.  



viernes, 24 de febrero de 2012

Parábola de la Ciudad Mágica, Buda.

Un grupo de viajeros se dirige a un lugar llamado Ratnadvipa ('el Lugar de las Joyas'), y 
han empleado a un guía para enseñarles el camino a través de la densa selva. Es un camino 
difícil y peligroso. Mucho antes de llegar a su destino los viajeros están rendidos y dicen al 
guía: 'No podemos dar un paso más. Volvámonos.' El guía piensa 'Sería una lástima. Han 
adelantado  tanto  ya.  ¿Qué  podría  hacer  para  persuadirles  a  que  sigan?'.  El  guía  poseía 
cierto  tipo de poder mágico y hace aparecer una ciudad mágica. Entonces  les dice a  los 
viajeros:  '¡Mirad! Allá  delante  hay  una  ciudad. Descansémonos,  comamos  allí,  y  luego 
decidiremos qué hacer.' Los viajeros están contentísimos de parar y descansar. Comen y 
pasan  la noche en  la ciudad mágica, y  a  la mañana  siguiente  se  sienten mucho mejor y 
deciden, después de  todo,  seguir  su viaje. El guía hace desaparecer  la  ciudad mágica,  y 
conduce a los viajeros a su destino, el lugar de las joyas. 

El significado de la parábola no resulta difícil de desentrañar, en el contexto del sutra. El 
guía  es  el  Buda,  los  viajeros  son  sus  discípulos.  El  lugar  de  las  joyas  es  la  suprema Iluminación,  y  la  ciudad  mágica  es  el  nirvana  Hinayana  -  nirvana  como  el  estado 
comparativamente negativo, libre de pasiones y sin iluminación espiritual positiva. 

En la parábola, el Buda habla primero del nirvana en el sentido psicológico corriente. Sólo 
después de  asimilar  esta  enseñanza,  sólo después de descansar  en  la  ciudad mágica,  les 
conduce a la meta superior espiritual de la Budeidad perfecta, el lugar de las joyas. 

Se podría emplear esta misma parábola para describir el proceso de enseñar la meditación. 
Cuando  la  gente  comienza  a  aprender  a meditar  suele  preguntar:  'Cuál  es  la meta  de  la 
meditación?'. No contestarías enseguida, 'La meta de la meditación es ser como un Buda,' 
porque es lo último que la mayoría desea. No se interesa en nada espiritual ni religioso; 
sólo  desea  sosiego mental  en  su  vida  y  trabajo  cotidianos.  Es  realmente  verdad  que  la 
meditación da sosiego mental. Pero después de meditar algún tiempo algunos empiezan a 
sentir sosiego y se preguntan '¿Eso es todo, o hay algo más en la meditación?'. Entonces 
sería el momento apropiado de decir  'Sí, hay algo más. El  sosiego mental, en el  sentido 
psicológico corriente, no es la meta final de la meditación, sino una etapa intermedia. Más 
allá  existe  una  meta  espiritual  -  la  Iluminación,  el  conocimiento  de  la  verdad,  el 
conocimiento de la Realidad - que en términos budistas se llama la Budeidad perfecta. En 
este caso, el sosiego mental es la ciudad mágica donde el viajero se nutre y descansa antes 
del largo viaje hasta la Iluminación.




martes, 21 de febrero de 2012

La Rana Verde de Mila

Vivía hace tiempo en un estanque lleno de nenúfares una preciosa rana verde, no vivia sola el estanque estaba lleno de otras ranitas.
La vida trascurria feliz para todas ellas, pero habia algo que empañaba la felicidad de nuestra querida ranita. Sentia en lo más profundo de su corazón que un compañero la esperaba para compartir la vida, por ello todos los dias a la caida de la tarde se engalanaba y se acercaba hasta un camino cercano y allí en una piedra se sentaba la ranita, viendo el ir y venir de los humanos.

Al llegar la noche volvia al estanque y sus compañeras maliciosamente le preguntaban ¿qué, encontraste ya al príncipe con el que te has de casar? y se reían de ella ....tendras que hacerlo con un sapo como todas nosotras. Pero la ranita seguía a su corazón y con su verde más radiante volvia a la piedra.
Un buen día la ranita en su espera diaria vio venir a un joven, miro sus ojos y supo que era Él y sin atender a su loco corazón y su timidez cuando el joven pasó a su lado le dijo: 

-¡Bésame! 
El joven la miró y dijo: 
-¡Si solo eres una rana! 
Y de los ojos de la ranita brotaron dos lágrimas brillantes cual diamantes, el sol incidio en su lágrimas y surgieron dos Arco Iris hacia el cielo azul y un intenso AMOR
inhundo el corazón de nuestra rana verde que comprendió que el AMOR al que ella aspiraba era el del SEÑOR del UNIVERSO que rige todos los Mundos y los corazónes de las ranas verdes que palpitan por ÉL.

Hay muchos corazones tiernos y delicados palpitando en cuerpos de Ranas Verdes. TODO AMOR



Mila


El converso de Adriana N. Funes

Otro cuento que esta vez nos llega desde la otra orilla del charco. Que disfruten.             

“Converso: Dicho de un musulmán o de un judío:
Convertido al cristianismo”
 (Real Academia Española)
La asunción del pontificado por parte de Marcello Cervini había causado gran revuelo en el Vaticano.  No simplemente por ir contra la voluntad del emperador, sino porque nunca antes se había intentado beatificar a un converso, cosa que pretendía llevar a cabo el nuevo pontífice.  De entrada, estaba claro que el Papa Marcello II (1555) no temía las innovaciones en la Iglesia.
Hombre de gran cultura, mucho antes de ser nombrado Papa conoció la historia de Justo León Alegre (o Adel Abbas Bishir, según su nombre original).  Adel había nacido en Granada en el seno de una familia musulmana, en 1450.  Fue un ferviente devoto musulmán que cumplía con todas las oraciones prescritas por el Corán, además de ser un hombre generoso y sabio, por lo que era considerado casi un santo entre sus pares.  Incluso algunos musulmanes creían entonces que si Granada era aún el último bastión musulmán se debía a que ese santo varón vivía allí.
Sin embargo, cuando Granada es reconquistada por los españoles, el musulmán Bishir fue uno de los primeros prisioneros, aunque las tropas cristianas evitaron su ejecución por el renombre del que gozaba en el lugar, donde se le atribuían algunas curaciones de enfermos sin esperanza.  El musulmán aceptó su destino sin resistencia, pero su devoción sufrió un revés inesperado cuando se le sugirió que se convirtiera al catolicismo.  El hombre se negó de pleno, hasta que los nuevos conquistadores amenazaron con exiliar a toda su familia.  Se vio en un dilema que tuvo que resolver de la mejor forma que pudo: aceptó convertirse al cristianismo, aceptó el bautismo y todos los rituales correspondientes a esa religión.
Su familia fue salvada y a él lo liberaron, pero en secreto continuó haciendo las cinco oraciones diarias que prescribe el Corán, aunque también oía misa los domingos.  Los pocos que sabían de esta doble fe callaron: los cristianos creyeron que lo hacía para complacer a los musulmanes, y estos a la inversa.
El tema es que tanta religiosidad –del lado cristiano y del musulmán- por parte de León (entre los dos nombres cristianos prefirió que se lo llamara por el segundo), pareció haber potenciado sus dones, y tanto cristianos como musulmanes acudían a su casa en busca de curación o alguna palabra de consuelo.
El Papa Marcello II, siendo una persona de mente abierta que consideraba que eran necesarias profundas reformas en la Iglesia, siempre pensó que aquél musulmán debería tener un lugar en la cristiandad, principalmente para la unión de la gente de distinta religión.  Sin embargo, su inclinación por declarar santo a un converso fue muy mal vista, aunque eso no impidió al Santo Padre iniciar una investigación exhaustiva de los milagros atribuidos a León.
Lamentablemente, el sumo pontífice no pudo concluir su tarea, ya que permaneció en el cargo sólo 22 días hasta su fallecimiento, y aunque este fue atribuido a una enfermedad resultante del agotamiento por el cumplimiento de sus funciones pontificales, hay quienes sospechan que su vida se vio trunca por otros motivos, versión que nunca pudo ser corroborada.
De esta manera, como si su nombre cristiano hubiese marcado su destino, León fue siempre alegre, pero nunca se le hizo justicia.


Adriana N. Funes
Argentina

domingo, 19 de febrero de 2012

"Calle del Santo Hijo del Diablo" de Carlos Álvarez García (Tío Car)

Un inspirador cuento en verso del buen amigo Tio Car.

¡¡¡Que disfruten!!!



Había una vez un ser humano que

si estornudabas te ofrecía su sueter.



Un ser humano que

solía comprar droga y tirarla al váter.



Érase una vez un ser humano que

domiciliaba media nómina en una O.N.G.



Un ser humano que

daba clases de evolución a los chimpancés.



Había una vez un ser humano que

te regalaba un telescopio si apagabas la tele.



Un ser humano que

pagaba a las putas por estudiar en los burdeles.



Érase una vez un ser humano que

provocaba a los violadores para que se desfogaran con él.



Un ser huamno que

dejaba cuencos de leche en su balcón a los extraterrestres.



Había una vez un ser humano que

jugaba al futbolín con el portero del revés.



Un ser humano que

te despistaba y sacaba sus piezas del ajedrez.



Érase una vez un ser humano que

si le pisabas un pie, exclamaba sonriente: "Amén".



Un ser humano que

puntuaba una mierda, y le daba un diez.



Había una vez un ser humano que

en otoño pegaba flores de plástico en los árboles.



Un ser humano que

prestaba sus dedos como chupete a los bebés.



Un buen día sus vecinos empezaron a pensar

que había algo diabólico en su perfecta bondad.

Había algo indecente en tanta decencia.



Y es que los buenos ejemplos nos ponen en evidencia.



Y lo crucificaron boca abajo.

Y en su agonía el fulano gritó:"¡Donad mis órganos!".

Y así fue como empezó la lluvia de escupitajos.

Y una vieja le clavó una escoba en el costado.



Y lo crucificaron boca abajo.

Y en su agonía el fulano gritó: "¡SOY VUESTRO, HERMANOS!".

Y en su último suspiro susurró: " ..os amo".

Y cubrieron el cadáver de puñetazos.



Un buen día sus vecinos empezaron a contemplar

todos sus vicios de relieve ante aquel aura virginal.

Había algo perverso en tanta inociencia.



Y es que los buenos ejemplos nos ponen en evidencia.



Y lo crucificaron boca abajo.

Y en su agonía el fulano gritó:"¡Dondad mis órganos!".

Y así fue como empezó la lluvia de escupitajos.

Y una vieja le clavó una escoba en el costado.



Y lo crucificaron boca abajo.

Y en su agonía el fulano gritó:



"¡Dad a los pobres mis trastos!".

Y en su penúltimo suspiro susurró: "qué guapo..".

Y cubrieron el cadáver de puñetazos.



Allí hubo más que navajazos.



Y sus restos arrestaron

y los fusilaron.



Y su maldito recuerdo

excomulgaron.



Y a la calle donde vivió

el nombre cambiaron



por "Calle del Santo

hijo del Diablo."





Parábola de los hombres y el grano. Extracto del libro "El Drama de la Iluminación Cósmica en el Sutra del Loto Blanco"


Supongamos que hay hambre en algún lugar, algo terrible, como lo que ocurre todavía 
en África. La gente está enflaquecida y demacrada, y hay un gran sufrimiento. En una 
ciudad de este país golpeado por el hambre viven dos hombres, uno viejo y otro joven, y 
ambos tienen cantidades enormes de grano, más que suficiente para alimentar a toda la gente. El viejo pone un cartel en su puerta que dice así: “Se dará comida a todo el que 
venga”.  Pero  bajo  esta  declaración  sigue  una  larga  lista  de  condiciones  y  reglas.  Si 
quieren  comida  han  de  llegar  puntualmente  a  la  hora  exigida.  Deben  traer  consigo 
recipientes de forma y tamaño prescritos. Los recipientes tendrán que ser sostenidos de 
un  modo  particular  y  tienen  que  pedir  la  comida  utilizando  una  serie  de  frases  en 
lenguaje arcaico. Poca gente ve la nota porque el viejo vive en una calle apartada. De 
entre aquellos que la ven, pocos reciben la comida ya que muchos se desaniman por la 
larga lista de reglas. Si la comida sólo se obtiene bajo esas condiciones resulta menos 
problemático morirse de hambre. Cuando se le pregunta al viejo por qué exigen tantas 
reglas responde que “así era en tiempos de su abuelo cuando había hambre". Lo que fue 
bueno para él es ciertamente bastante bueno para mí. ¿Quién  soy yo para cambiar  las 
cosas?”, añadiendo que si la gente realmente quiere comida observara cualquier número 
de  reglas  para  conseguirla.  Si  no  observan  las  reglas  es  por  que  no  están  realmente 
hambrientos. 
 Mientras  tanto  el  hombre  joven  se  echa  un  gran  saco  de  grano  a  la  espalda  y  va  de 
puerta  en  puerta  repartiendo.  En  el  momento  en  que  se  le  acaba  un  saco  va 
apresuradamente a casa a por otro. De este modo él da una gran cantidad de grano por 
toda la ciudad. El se lo da a cualquiera que le pida. Tiene tanto interés en dar alimento 
que no le molesta ir a las casuchas más pobres, oscuras y sucias. A él no le molesta ir a 
sitios a los que la gente respetable no se atreve a ir generalmente. Su única preocupación 
es que no  se muera  la gente de hambre. Hay quien dice que es un entrometido, otros 
opinan  que  se  sobrecarga  con  esa  responsabilidad.  Hay  incluso  quien  dice  que  él 
interfiere en la ley del karma. Otros protestan de que se pierde grano porque hay quien 
toma más  del  que  necesita. Al  joven  nada  de  esto  le  preocupa  y  dice  que mejor  es 
desperdiciar algo de grano que ver a la gente morir de hambre. 

Un día casualmente pasa el joven por delante de la casa del viejo. El viejo está sentado a 
la puerta fumando su pipa tranquilamente, ya que nos es aún hora de dar grano. Al ver 
pasar al joven le dice: Tienes aspecto cansado, ¿Por qué no te lo tomas con más calma? 
El joven jadeando le responde: No puedo, hay todavía muchos por alimentar. El viejo 
mueve  la cabeza con asombro y dice:  ¡Qué vengan ellos a  ti! ¿Por qué has de  ir  tú a 
ellos  apresurándote?  Pero  el  joven  con  impaciencia  por  seguir  le  responde:  Están 
demasiado débiles para  venir, no pueden ni  siquiera  caminar. Morirán  si no voy  yo  a 
ellos. Pues que se aguanten, responde el viejo, deberían haber venido antes cuando aún 
estaban fuertes. Es culpa de ellos no haberse prevenido. ¿Por qué ha de preocuparte a ti 
que ellos se mueran? Pero el joven ya está más allá del alcance de sus palabras, ya va de 
camino a su casa a por otro saco. El viejo se levanta y pone una nota junto a la que ya 
tenía. En la nota dice: Reglas para la lectura de las reglas. 

Sin  duda  ya  habréis  adivinado  el  significado  de  la  parábola. El  viejo  es  el Arahant  y representa al Hinayana, el joven es el Bodhisattva y representa al Mahayana. El hambre 
es la condición humana, la gente de la ciudad representa a todos los seres y el grano es el Dharma, la enseñanza. En principio, ambos, el viejo y el joven, están dispuestos a dar grano  a  todo  el  mundo,  de  igual  modo  el  Hinayana  y  el  Mahayana  son  ambos 
universales  en  principio,  son  para  todo  el mundo.  Pero  en  la  práctica,  vemos  que  el 
Hinayana  impone  ciertas  condiciones.  Para  practicar  el  budismo  en  la  tradición  del 
Hinayana, incluso hoy en día, si uno está planteándoselo seriamente, tiene que dejar el 
hogar y hacerse monje o monja. Uno ha de vivir exactamente como vivían los monjes ylas  monjas  en  la  India  durante  la  época  del  Buda.  Y  nada  puede  cambiarse.  El 
Mahayana no impone tales condiciones. Pone el Dharma a la disposición de la gente, tal 
y como están y donde están, porque está centrado únicamente en lo esencial. Se centra 
en llevar el grano a la gente, y no en cierta manera particular en que esto se puede hacer. 
El Hinayana espera que la gente vaya a él, por así decirlo, mientras que el Mahayana va a la gente.